He aquí una reflexión sobre el uso del artículo masculino para la palabra Coca-Cola.
¿Está bien dicho “un Coca-Cola” o “el Coca-Cola”? A la mayoría de la gente le chirriará el oído al escucharlo, pero personalmente siempre he tenido la intuición de que fuera una opción válida.
Para saber si el uso del artículo negativo es gramaticalmente correcto he decidido reflexionar sobre distintos puntos de vista, el uso generalizado y la gramática con la que se puede explicar el uso de “la” o “el”.
Mi lógica siempre me remite al DRAE cada vez que tengo una duda gramatical, puesto que te da algo más de información aparte de una definición pelá y mondá. La Real Academia de la Lengua es la encargada de que todo lo que comprende el correcto uso del español vaya a misa y se convierta en norma. Lo cual me recuerda a la dicotomía entre USO y NORMA.
El uso es modo en que utilizamos nuestro idioma día a día, independientemente de que sea correcto o no. Un ejemplo es el termino que se acuñó hace unos años, la famosa “gripe aviar”. La noticia saltó a los medios de comunicación y de ahí pasó al uso del término por el ciudadano de a pie. A los meses salió una noticia en la tele sobre la equivocación en el término. La RAE se había pronunciado. (Para mí la RAE es como la policía, a veces te putea, pero está por algo). La RAE dijo que el adjetivo “aviar” no era el adecuado, sino que había que referirse a la enfermedad como “gripe aviaria”. Nadie le echó cuenta, total, cada vez que dicen algo sube el pan. El caso es que la gente pasó tres kilos o más de esa noticia, de la que parece que me acuerdo sólo yo y la Wikipedia.
¿Por qué salto ahora con la noticia de la gripe del pollo si esto iba de coca-colas? Tranki, tron, lo que quiero decir es que ahora si le echas un vistazo al DRAE (te pongo el enlace pa' que sea más cómodo) el adjetivo “aviar” te redirecciona al adjetivo “aviario”. Mi explicación es que la RAE convirtió el uso en norma. ¿Por qué? Porque pa' qué se van a pelear con los habitantes de España por un insignificante significado? Así que si el uso de una palabra está generalizado al final se acaba convirtiendo en norma. Eso sí, cuando la RAE lo diga, mientras tanto estaremos haciendo un uso erróneo de la lengua y estaremos expuestos a que el listillo de turno nos llame “catetos” o “incultos”.
En conclusión, se puede decir que de momento no existe norma alguna para el uso de la palabra “Coca-Cola”. Pero sí es cierto que poseemos cierta información sobre el término en sí, como el uso que se hace de ella, y las funciones gramaticales dentro de una oración.
Origen del término.
Definición de Coca Cola o Coca-Cola: Coca Cola es un nombre propio que se corresponde con una marca registrada de bebida o refresco de cola. Data del año 1886, año en que fue inventada. Esta definición ha sido confeccionada por mí misma, ya que la RAE no recoge esta palabra en el diccionario.
La coca (del quechua “kuka” y cuyo nombre científico es Erythroxylum coca) es una planta de que proviene de los Andes amazónicos; y la cola (Cola Acuminata), por su parte, es una nuez originaria de Centroamérica y África tropical. Ambos fueron los ingredientes principales de la bebida en el momento de ser inventada, de ahí su nombre.
Género de los sustantivos en el español.
En español, los sustantivos, sean del tipo que sean, pueden pertenecer bien al género masculino o femenino (no entraremos en el género neutro). Normalmente el género va determinado por el transcurso que ha tenido esa palabra a lo largo de la historia (por ejemplo,la palabra “teorema” es masculina porque viene del griego θεώρημα, y las palabras acabadas en esa terminación son de género masculino) pero cuando una palabra se inventa, la elección de género es totalmente arbitraria, se rige por unas reglas (que se confeccionan arbitrariamente) que siempre tienen excepciones, como en español, las palabras que acaban en -a son femeninas, y las que acaban en -o, masculinas. Por esta regla de tres se podría decir que Coca-Cola es un término femenino, porque acaba en -a.
La palabra Coca-Cola se inventó en un país de habla inglesa, cuyo único artículo determinado es “the”. Cuando aparecen términos nuevos que provienen de otro idioma y tomamos cómo préstamos, por algún motivo que desconozco le ponemos el artículo “el” por defecto. El ejemplo más claro: Internet. ¿La internet o el internet? Pues si traducimos “the net” se nos queda “la red”, si agregamos un prefijo inter-, ¿por qué nos suena raro decir la internet? En Sudamérica es más común utilizar el sustantivo en femenino, en cambio, en España lo general es el uso en masculino. Si vamos al DRAE otra vez, dice que el género es ambiguo, aunque yo recuerdo haber leído hace tiempo que era masculino. La definición de “internet” en el diccionario es un artículo enmendado, así que puede ser que hayan modificado ese aspecto.
De todos modos, para mi gusto Coca-Cola no es un préstamo, sino un nombre propio que no ha requerido traducción porque es fácilmente pronunciable en nuestro idioma. Ejemplos de nombres propios traducidos al español son los nombres de miembros de la realeza extranjeros, como el príncipe Carlos de Inglaterra, y sus hijos Guillermo y Enrique (Charles, William y Henry, respectivamente); o The White House, La Casa Blanca.
Nombres propios.
Por definición, los nombres propios no van precedidos de artículos (aunque en el uso, llamemos a la Mari, o salgamos con el Pepe; eso está mu mal dicho, pero no nos importa, y lo seguimos diciendo). Y tú me dirás ahora, bueno, pero es que es correcto decir “el Mediterráneo”, o “el Nilo” y también son nombres propios. Pues sí, es correcto, y la razón es la siguiente:
Aposición.
Las aposición es una función desempeñada por una palabra o un grupo de palabras (sustantivo o sintagma nominal) que da información extra sobre un sustantivo. De este modo:
El río Nilo El mar Mediterráneo La letra “h”
son tres sintagmas nominales cuyos núcleos son “río”, “mar” y “letra”, y cuyas aposiciones son “Nilo”, “Mediterráneo” y “h”, respectivamente.
(nota: “h” hace función de nombre propio, ya que se refiere al nombre de una letra del alfabeto)
Teniendo esto en cuenta, se puede decir que Coca-Cola es el nombre propio de una bebida o un refresco, pudiendo decir:
“El refresco Coca-Cola” o “La bebida Coca-Cola”
Según las características de las aposiciones, éstas pueden sustituir al sustantivo, ya que ambos se refieren a la misma realidad lingüística. En el caso de aposiciones formadas por nombre común + nombre propio, la realidad lingüística va marcada por el nombre común, y especificada por el nombre propio. Así que, por ende, el artículo utilizado será el que acompañe al nombre común, que engloba un conjunto de algo que queda especificado por medio de una aposición.
Cuando hablamos de marcas registradas, que son aposiciones de ropa y complementos y otros objetos de diseño, parece que las marcas obtienen fuerza suficiente para saber de lo que estamos hablando sin referirnos a un nombre común. Por ejemplo, cuando decimos que nos hemos comprado unos Levis, unos Manolos, o un Mercedes, todos sabemos que hemos adquirido unos pantalones, unos zapatos, o un coche.
Basándonos en el hecho de que Coca-Cola encaja perfectamente en la definición y función de aposición,se puede concluir que ambas expresiones son correctas, dependiendo de si nos referimos a refresco o a bebida.
Uso del término.
En cuanto al uso de la palabra Coca-Cola, es obvio que está más extendido el uso en femenino; yo personalmente sólo he escuchado la versión “masculinizada” en ciertas partes de Andalucía y en Mallorca. También he de decir que no he encontrado ningún periódico que tenga un anuncio de Coca-Cola diciendo “bébase un Coca-Cola”. Me imagino que cuando se empezó a comercializar Coca-Cola en España, directamente le pusieron artículo femenino porque acaba en -a, pero desconozco los motivos por los cuales otras personas han decidido apelar a la bebida en su forma en masculino.
La gente suele decir que algo no es correcto cuando lo desconoce o “le suena mal”. No nos confundamos, no suena mal; suena raro, y es porque no estamos acostumbrados. Pero como ya comenté al principio, el uso no es siempre lo correcto, aunque haya veces que se acabe cediendo y el uso pase a ser norma.
Hasta que la RAE se pronuncie, para bien o para mal, creo que queda demostrado que es perfectamente gramatical decir UN COCA-COLA.