lunes, 5 de octubre de 2009

El chuletón y el tinte.

Para la familia media española en momentos de crisis se deben establecer unas ciertas prioridades que hagan de estos momentos de ajustarse el cinturón algo más llevadero. Pero claro, es que hay gastos fijos de los que no se puede prescindir, como la letra del coche, y todos los gastos extras que la posesión de uno de estos conlleva, la hipoteca (que encima va y sube), la comida, la ropa, las facturas de agua y electricidad (¡¡vaya susto que se han llevado algunos al ver la de principios de año!!)… un sin fin de cosas que de repente se ven sustituidos por el transporte público, las marcas blancas, el ahorro de energía (y no precisamente por estar concienciados con el medio ambiente), etc, etc.



Pero claro, no nos resignamos a pasar esta época de vacas flacas pensando en el máximo ahorro y claro, de vez en cuando un caprichito en vez de dos, pues viene bien, ¿no? El otro día el la peluquería estaban las Maris hablando del ahorro y me hizo gracia una de las peluqueras que, a parte de tirar piedras sobre su propio tejado, quería dar la imagen de persona no materialista-“pues yo prefiero antes gastarme el dinero en un chuletón que en un tinte”- ¿perdona? ¿A estas alturas de la vida vamos a ir dándonos golpes en el pecho? No sabía si poner cara de circunstancia ante tal declaración de intenciones o descojonarme directamente. Tras tan rotunda afirmación se formó un revoloteo en el gallinero que hasta mi madre participó en la retahíla que le cayó a la chica por no pensar antes de hablar. Y es que no me diréis que aunque estemos mal de dinero vamos a ahorrar en imagen para ir con los pelos sin arreglar y con cuatro dedos de raíz, sin depilar… Pues ala, yo me voy a ir preparando mi filetito de pollo del mercadona que después tengo hora con la pelu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores